Adiós Beteo Godot
Varias veces pensé en escribir sobre Beteo Godot - el plus ultra-. Ahora abruptamente me queda solo escribir el último capítulo de nuestra breve pero intensa amistad. Como el llanero solitario y Silver, como Meteoro y su Mach 5, Beteo y yo conformabamos una dupla.
Muchos compran un auto mediante un cálculo pragmático: utilidades, valor comercial, prestaciones, etc. No es mi caso. Lo mío era pasión. Ante todo, sus líneas me cautivaban: todo en su forma iba conmigo.
Creo que los autos de ahora carecen en todo del estilo y la personalidad de un Fiat 1500, de VW Escarabajo, de un Peugeot 404. Yo a Beteo lo adopté como mi fiel amigo para siempre.
Cierto que no fue nada fácil con él. Tal vez tenía un espíritu clown como yo. Cada viaje en el Plus Ultra era un camino abierto hacia lo desconocido. Yo salía pero no sabía a ciencia cierta que me esperaba en el medio, ni mucho menos hasta donde llegaría. El plus ultra no era un corcél fácil de domesticar.
Una tarde camino a la facultad del interior del volante salió un humo negro y denso que me obligó a una parada en la Avenida Corrientes. Otra vez se me desbocó y así sin frenos trepamos el cordón de la Avenida Forest para el terror de una pobre peatona. Muchas cosas increíbles me pasaron con Beteo.
Y ahora que triste suerte habrá sufrido. Dónde te habrán llevado. Me niego, me niego a imaginarlo. Para mí siempre serás entero e indestructible.
¡Adiós! ¡Adiós Beteo Godot - el plus ultra ! Ya nos encontraremos en la eternidad para zurcar las galaxias del hombre.
3 comentarios:
yeah! its much better,
yes.. better that way, little mr/mrs penny!
Oo!Qué pena!Era tu carro pensado para vos!
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