La aventura de la abeja reina
Siempre detrás hay un jardín. Esta fábula fantástica es para aquellos que no temen a los saltos , ni tampoco a las cavernas.

Algo en los jardines, me llama sin cesar.
La lluvia en las hojas, me inspira confianza,
Los árboles se agitan, bendito sea este viento.
y detrás de los muros oigo algo que me dice:
"¡ Bienvenido, yo sabía que vendrías aquí, a esta caverna...supongo que te acostumbrarás al silencio totalmundo inferior que es eterno, como el propio mal...así no habrá para mañana otra luz que lamentaral morir el desierto de sed de amar y de florecerjamás escaparás de aquí !"
Sin salir de mi asombro, comienzo a observar
miles de colmenas, ardiendo en el fuego.
Millones y millones de sordos tapires
"¡oh mi Dios, pero esto es el infierno!"
me dije para mí...
Pues no me importa yo sé bienque saldré de aquíde tu colmena...Tal vez las luces que amanezcantraerán la pazese color tan diferente a esto, sin dudas...y sé que no me va a importarsi a la luz de un veranomuero al morder a mi presaresignándome, dejando en ella mi aguijón...
Así sin darme cuenta, rompí los acertijosy en un demente impulso, salí de la cavernay oí sonar el rayo y corrí por mil canterosdonde tímidas flores morían con la lluvia...En ese instante comprendíque explicar esto a alguien sería inútil ...las luces temblaron con la furia del vientoy las hojas mojadas con perlas del alba,me vieron huir...(Luis Alberto Spinetta, Kamikaze, 1982)
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