viernes, marzo 30, 2007

De todos los días

Nos vimos dos veces con Elisita, pero parecieron muchas más. Mis ojos siguen colmados de su encantadora humanidad. Ella nos escribe desde un país que amo, que no conozco pero visito en sueños. Cada palabra suya es un súbito momento. Así lo vivo. No sé a que se debe.
A quien escribo

se produce un encuentro cotidiano
se reducen las certezas
se agradece por el fuego
en el pulso preciso de la sangre
la materia se trastoca

encontrar en cada verso
derramar por los ojos el momento recordado
universo revivido,
dos o tres
mariposas en el vientre

se produce lamento ante la duda
se encarece el sentido
la palabra gravitando
el reverso
lo sublime

nada falta
colmo
vacío

II
A qué viene

entonación
lúcida platea
de qué sirve juntar nuestras palabras
si no producirán ningún sentido
a qué se debe tanto ruido
del silencio.

Elisa Herrera Altamirano
Querétaro, México

No hay comentarios.: