Sucesos

Hoy a la mañana bien temprano, vino a acampar un Enojo. Se acomodó en el entrecejo, y se pasó todo el día yendo y viniendo por la garganta. El lunes al mediodía almorzando ya había tenido un Disgusto. A ese lo ví venir; se plantó amargo y silencioso a la sombra de tantos desentendidos, cuando buscaba la esperanza reflejada en otras caras. Eso fue porque pensé que la vida era un bien de todos, y era algo que todos estabamos dispuestos a defender. Ahora sé que cada uno defiende la propia, y que lo mejor es depositarla en un plazo fijo al mejor interés..Aunque en realidad no les creo del todo, es que me pareció ver en el fondo de las caras una esperanza, ofuscada bajo el peso de tanto esceptisimo. Tan débil esta esperanza como una margarita naciendo a la mañana. Mejor darle aire fresco.

Por eso me preocupa un poco este Enojo. Y entonces me pongo a buscarle nombres. Pero es para peor, porque se va multiplicando como en una galeria de espejos. ¡Que horror! Huidizo e inquieto es mi enojo, le gusta burlarse de mí ¡Qué se yo! Creo que lo mejor es mandarlo a paseo. Algún lugar justo encontrará. Ahora me dice que no quiere nunca más, nunca más que se mate a nadie.

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Estuve visitando blogs. ¡Están todos muy buenos! Si por casualidad visitan éste les recomiendo que pasen también por otros. También les pido que vuelvan, y ya que estamos para consejos, que de vez en cuando salgan a dar una vuelta, para ver si llueve o sale el sol. O para tomar un poco el aire fresco.